miércoles, 18 de marzo de 2020

COVID-19 DIARIO DE UN ENCIERRO OBLIGADO-DÍA 5




Día 5: Mantener la calma 18 marzo 2020 (13910 infectados, 1081 recuperados)

Hoy cuando amanecía, me he sentado en la cama, he mirado por la ventana de la habitación y la soledad de la calle me ha dejado apesadumbrada. No he podido evitar sentir que todo lo que estamos viviendo es negativo. Me he angustiado pensando en los días que me quedan por delante hasta que pueda salir a la calle y gritar ¡SOY LIBRE, VIVA LA VIDA!
Intento convencerme que lo mejor es mantener la calma y siga como todos estos días con el patrón de inventarme trabajos, a veces banales, para no caer en el hastío.
Recibo muchos mensajes con fotos y vídeos graciosos e imaginativos. Las conversaciones de grupos de amigos y familiares  a veces tienen más de 70 mensajes y reconozco que me pierdo en ellos, aunque se agradece saber que todos están bien y que por lo menos mandando mensajes están muy activos.
Entre tanta información que recibo escuchando la radio acerca del Covid-19 hoy me ha llamado la atención la petición de una joven cirujana que trabajando en uno de los hospitales madrileños en pleno epicentro de la enfermedad, se ha dado cuenta de la soledad de los pacientes que están ingresados y nos  ha propuesto a los que estamos en nuestras casas, que les escribamos cartas para que no se sientan tan solos.

Querido paciente, tú que te llamas Manolo, Mila, Pépe, Charo, Pablo, Mary Carmen, Honorio, Lola o Secundino. Aquí te mando estas palabras de apoyo. Seguro vas a salir adelante. Tú puedes. Eres fuerte. Tu cuerpo va a luchar por vivir. Ahora te encuentras mal, a lo mejor muy mal, pero con ayuda de los sanitarios saldrás adelante. Todos estamos encerrados porque queremos que el virus no se expanda, no contamine a mi madre, a mi abuelo, a mi hija a mi nieto, a mi hermana, a mi marido y sobre todo para que no colapse el hospital en el que tú te encuentras. Todos queremos que esto pase, poderlo olvidar y aprender de nuestros errores. Volver a trabajar. Volver a viajar. A disfrutar de la vida, como lo hacíamos hasta hace unos días. Volver a querernos y relacionarnos con la familia y amigos como era habitual.
 No te conozco pero estoy deseando que te cures, no quiero que te sientas solo, no quiero que llores. No quiero que sufras más. Los que estamos fuera permanecemos atentos a vuestra evolución y deseamos que salgáis de esas habitaciones curados.
Me gustaría  cuidaros, abrazaros y besuquearos para que os sintierais menos solos, más acompañados y más tranquilos en estos momentos. Me despido de todos vosotros con la esperanza de saber que vais a volver a vuestras maravillosas rutinas con todos aquellos que os están esperando fuera.
Un beso para ti Juana, Mario, Luisa, Ángel, Lina, Diego, Feli, Carlos, Teri, Pipe o Manolita.

El ingenio y la necesidad de crear en estos momentos de reclusión es extraordinario. Por eso hoy mi aplauso de las 8 de la tarde va a ser para la cirujana a la que se le ha ocurrido esta brillante idea de escribir una carta a los que están luchando frente al virus en el hospital. Gracias Doctora por hacer que seamos productivos y solidarios.

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