Día 5: Mantener la
calma 18 marzo 2020 (13910 infectados, 1081 recuperados)
Hoy cuando amanecía, me he sentado en la cama, he mirado por
la ventana de la habitación y la soledad de la calle me ha dejado apesadumbrada.
No he podido evitar sentir que todo lo que estamos viviendo es negativo. Me he
angustiado pensando en los días que me quedan por delante hasta que pueda salir
a la calle y gritar ¡SOY LIBRE, VIVA LA VIDA!
Intento convencerme que lo mejor es mantener la calma y siga
como todos estos días con el patrón de inventarme trabajos, a veces banales, para no caer en el hastío.
Recibo muchos mensajes con fotos y vídeos graciosos e
imaginativos. Las conversaciones de grupos de amigos y familiares a veces tienen más de 70 mensajes y reconozco
que me pierdo en ellos, aunque se agradece saber que todos están bien y que por
lo menos mandando mensajes están muy activos.
Entre tanta información que recibo escuchando la radio acerca
del Covid-19 hoy me ha llamado la atención la petición de una joven cirujana que
trabajando en uno de los hospitales madrileños en pleno epicentro de la
enfermedad, se ha dado cuenta de la soledad de los pacientes que están
ingresados y nos ha propuesto a los que
estamos en nuestras casas, que les escribamos cartas para que no se sientan tan
solos.
Querido paciente, tú
que te llamas Manolo, Mila, Pépe, Charo, Pablo, Mary Carmen, Honorio, Lola o
Secundino. Aquí te mando estas palabras de apoyo. Seguro vas a salir adelante.
Tú puedes. Eres fuerte. Tu cuerpo va a luchar por vivir. Ahora te
encuentras mal, a lo mejor muy mal, pero con ayuda de los sanitarios saldrás
adelante. Todos estamos encerrados porque queremos que el virus no se expanda,
no contamine a mi madre, a mi abuelo, a mi hija a mi nieto, a mi hermana, a mi
marido y sobre todo para que no colapse el hospital en el que tú te encuentras.
Todos queremos que esto pase, poderlo olvidar y aprender de nuestros errores.
Volver a trabajar. Volver a viajar. A disfrutar de la vida, como lo hacíamos
hasta hace unos días. Volver a querernos y relacionarnos con la familia y
amigos como era habitual.
No te conozco pero estoy deseando que te
cures, no quiero que te sientas solo, no quiero que llores. No quiero que
sufras más. Los que estamos fuera permanecemos atentos a vuestra evolución y
deseamos que salgáis de esas habitaciones curados.
Me gustaría cuidaros, abrazaros y besuquearos para que os
sintierais menos solos, más acompañados y más tranquilos en estos momentos. Me
despido de todos vosotros con la esperanza de saber que vais a volver a
vuestras maravillosas rutinas con todos aquellos que os están esperando fuera.
Un beso para ti Juana,
Mario, Luisa, Ángel, Lina, Diego, Feli, Carlos, Teri, Pipe o Manolita.
El ingenio y la necesidad de crear en estos momentos de
reclusión es extraordinario. Por eso hoy mi aplauso de las 8 de la tarde va a
ser para la cirujana a la que se le ha ocurrido esta brillante idea de escribir
una carta a los que están luchando frente al virus en el hospital. Gracias
Doctora por hacer que seamos productivos y solidarios.
Preciosa carta. Espero que la hayas enviado! Un abrazo, Cris
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