Día 8: Aburrirse 21
marzo 2020 (25374 infectados, 1378 fallecidos)
Según el diccionario de María Moliner aburrirse (con, de o en)
es una forma pronominal que hace referencia a consumirse o exasperarse. Sufrir fastidio con cierta cosa que resulta
pesada.
Con tanta actividad rutinaria para que no decaiga nuestro ánimo,
para tener una sensación de positividad o
para sentirnos más activos y vitales, quizá para creernos que estamos con
buena salud mental, a día de hoy tengo que reconocer que estoy harta de hacer todos los días diferentes
cosas para sentirme mejor. Mi energía para continuar está en punto muerto y me
aburro con, de o en.
Analizando la esclarecedora definición de María Moliner y
aplicándola literalmente a mi vida me aburro
con, os diré que es posible que al explicar esta acepción, me meta en un
lío y que algunas sensibilidades pueden levantar ampollas y lo mismo me echan
de casa. ¡Aunque claro con la que está cayendo no pueden! Me aburro con mi
perro, solo hace que comer y dormir, no es capaz de dirigirme ni una mirada
graciosa, de traerme su pelota para que se la lance o alegrarse cuando le pongo
la comida en su plato. Estos días solo se emociona cuando por la noche me
siento en el sofá, me cobijo en mi manta y acto seguido él se echa encima
de mis pies para dormitar una siesta de
horas, si le dejo podría pasar así la noche y no se movería del sitio. Él sí
está encantado con la situación, no le importa quedarse en casa, ya tiene su
jardín y con la ración diaria de agua y comida tiene resuelta su vida ¿Qué más
puede necesitar? Me aburre su actitud. Qué decir de los chicos de mi casa “They
bore me”. No hay nada más divertido para un adolescente que quedarse encerrado
la mayor parte del día en su habitación con sus amigos todos encajonados en una
pantalla buscando no sé qué, o luchando contra no sé qué ejército. Cuando
aparezco con el parchís, los cubiletes y las fichas de colores, se parte de
risa y me ve como a un ser extraño que surge de su tumba. “¿Qué tal el Ajedrez? ¿saco el Monopoly? ¿un Risk? ¿bajo al garaje y
cojo el Cluedo? ¿qué te parece un Quién es Quién? ¿por qué no preparo Tabú?” Y muy entusiasta le recuerdo que hace
años lo pasábamos bien, era divertido. Pero claro eso de poner un tablero en
una mesa y unas fichitas, preguntas por aquí y por allá, como que ya no llama
la atención, tanto estímulo sale de la Xbox que no estamos para cajitas de
cartón con jueguecitos. “¿Y si nos hacemos un Go?”, en serio, es el ajedrez
chino, no es por mal pero es difícil y nos llevaría más de un día aprenderlo.
Obviamente no cuela, y me enseña las puntuaciones que lleva jugando en su
ordenador al Ajedrez y al Go. “Bored”. Natan está demasiado atareado con su
trabajo, hoy ha planificado varias supervisiones clínicas, un par de reuniones
con su equipo y además en breve dará una clase a través de la plataforma Zoom
con sus alumnos de enfermería. Esto es serio nada de interrumpir, me paro en la
puerta y mejor no paso del dintel. Casi seguro que para las 10 de la noche
quedemos para ver una serie. Por cierto no duro más de media hora atenta a la
pantalla, y la mayoría de los días le pregunto “¿pero y la chica no se había liado con su amigo, cómo es que ahora está
con él?”, él un poco contrariado y con razón, me dice que eso ha pasado
hace dos capítulos, o sea hace más de dos horas. Lo sé, soy un desastre
siguiendo series.
Me aburro de, andar una y otra vez por las habitaciones,
de ver los objetos que decoran la casa en la misma posición. Me aburro de que
nadie pase por la calle. De cocinar a diario, de hacer bicicleta, de hacer aerobic,
de limpiar y recoger, incluso de bailar, de practicar inglés, de escuchar
música o de leer. Después de 8 días de encierro se me hace tediosa la lectura
de la prensa con sus páginas de opinión, artículos informativos, reportajes
especiales, siempre el mismo tema, el maldito virus. Soy inquieta y la calma no
es mi aliada por eso la lectura de un libro me retiene sentada poco tiempo, me
desconcentro y acabo hartándome. Que decir de los cientos de mensajes que
recibo a través del teléfono. Al principio eran una bendición, saber que todos
estábamos conectados nos unía en este encierro, pero hoy son un poco cansados,
hay tanta diligencia por mostrar algo
gracioso, inteligente, ingenioso que es demasiado. Recibir tantas fotos,
vídeos, audios, textos, es un poco alarmante, que sí que están bien pero por
favor nos queda mucho tiempo, calmaos un poco porque estoy saturada y aburrida
de ellos.
Por último me aburro en
mi casa, y mira que hago cosas, no paro, estoy incluso perdiendo peso, llego
cansada a la noche y solo pensar en el día siguiente me estresa con lo que
tengo planeado hacer. Estoy deseando que esto pase y mi cabeza está cargándose
como una olla a presión, ya puedo bajar el fuego para tranquilizarme porque
esta clausura obligada va a ser larga. Hoy he pensado en la película de Luis
Buñuel El ángel exterminador a lo
mejor como sus protagonistas el día que podamos salir de este encierro no
encontremos la salida. A lo mejor ya no queremos dejar nuestras
habitaciones por razones misteriosas
totalmente desconocidas, aunque aparentemente no haya nada que lo impida, lo
mismo que sus personajes.
Hoy me despido pidiéndoles disculpas por mi aburrimiento con, de o en, mi aplauso de las 8 va por todos
ustedes.
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