lunes, 26 de abril de 2021

MICRORRELATOS DEL DESCUBRIMIENTO


 

UNAS LENTEJAS UMAMI

Después de tanto tiempo en Tokio, llegué a un pueblo de la meseta Castellana. Entré en una casa de piedra, que creía podía ser la que olvidé después de tanto tiempo. Allí una viejecita enjuta y arrugada me invitó a su puchero de lentejas. Saboreando la primera cucharada se me inundaron los ojos de lágrimas. Yo conocía ese sabor, −¿Cómo olvidarlo? Estaba entre mis recuerdos de niña y sólo ella era capaz de sacarle ese gusto tan sabroso a la legumbre. Tenía delante la esencia de la vida, ella era mi abuela.

 EL MENSAJE DE WHATSAPP

Todas las noches, ya de madrugada, le ponía un mensaje cariñoso a su hermana. Ella le respondía a los pocos minutos. Era un ritual tranquilizador que las conectaba en la lejanía. Una noche no hubo contestación y Muriel supo que algo no iba bien. Al amanecer sonó su teléfono. Una voz ronca y fúnebre le informó que Orel ya no se conectaría nunca más. Su código de seguridad se resquebrajó para siempre.  

 LINAJE REAL

Cuando vio que al “Magnífico Cáliz”, del museo catedralicio de San Genaro del Campo, propiedad de los Reyes Antiguos, le faltaba un trozo de la gema central que adornaba la copa; se dio cuenta, que ella tenía la otra parte de la piedra preciosa que encajaba en el hueco vacío. Cada noche abría la caja de ónice atraída por la belleza del diamante rojo. Fue en ese momento de recogimiento en la sala, cuando entendió la razón por la que su madre le había encomendado la custodia de la esquirla. Mientras observaba el Cáliz, en el silencio de la sala, Constanza comprendió que ella era heredera Real.

 FUE SU MEJOR AMIGO ELIOR

Siempre escuchando la historia de cómo el abuelo había fallecido accidentalmente a causa de su afición a la caza, que era impensable que esa verdad tan absoluta no fuera así. 70 años después del suceso, y unos días antes de morir mi madre, me reveló lo que realmente había pasado en el coto: “A mi padre lo mataron mientras estaba cazando. Fue Elior, lo confundió con una presa, lo encañonó y sin pensarlo disparó sin piedad”. El pacto de silencio fue culpar a su perro de la tragedia.

 UNA VOZ PRODIGIOSA

 Su madre se quedó sin palabras cuando escuchó a Mariela interpretar “O mio babbino caro” cantado por María Callas. Su voz se superponía a la de la soprano y ambas se acompasaban al tiempo que el aria sonaba en la radio. Nunca la había oído cantar de esa manera. Mariela cerraba los ojos afinando los agudos de la armonía. Modulaba la posición de sus labios siguiendo el compás de la melodía, a la vez que gesticulaba con los brazos en un intento de escenificar la obra de Puccini.  El timbre de su voz era el de una soprano prodigiosa.

  SORPRESA DOLOROSA

 Cuando el Sr. Espina murió y tuve que hacer todo el papeleo para recibir su herencia y cerrar su vida burocrática, me encontré con que su libro de familia y mi partida de nacimiento no tenían nada que ver.

 LA MENTIRA DE LA VIUDA

Desde los tres años fui un niño huérfano de padre. Mi madre llevó dignamente su viudedad. Fue sacando su vida y la mía con gran esfuerzo sin permitir que otra relación la sacara de su soledad. Había quedado a mediodía con ella para celebrar mi 50 cumpleaños y la encontré discutiendo con un desconocido, un anciano que le decía “¡cariño mío, fue un error abandonarte!”.

 CÓMO HA PASADO EL TIEMPO

 Se miró al espejo y vio a una mujer mayor.  Por primera vez observó la profundidad de sus arrugas. La hinchazón de sus párpados la delataba. Notó la flacidez de su piel. Descubrió en el reflejo, el pelo extremadamente blanco.  Aunque su expresión era de tristeza se resistió a tocar la decadencia de la vejez. Aun así, Leonor fue consciente de la rapidez del paso del tiempo.

 NECESITAS TERAPIA

 Le he dicho a mi madre que no me compre más chocolate, no hago más que engordar y me cuesta mucho bajar de peso. Al pesarme esta mañana la báscula mostraba 45 kg. ¡Tengo que adelgazar!

 ATRAPADO CON LAS PÁGINAS DE CONTACTOS

 No hay nadie que me guste. ¡Vaya rollo!−

No sé qué me pasa ya no ligo como antes. Cada “tía” con la que quedo es peor que la anterior y a todas les pongo pegas. El problema debo ser yo. Entro en Tinder, después en Meetic, y al final acabo en Edarling, pero me he cansado de tanta conversación vacía, lo dejo por hoy.  

¡ A cenar niños, llamar a papá que está “encriptado” con el teléfono


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