
Para que las puertas maragatas queden cerradas o se abran sin necesidad de llave, desde el siglo XVIII hasta hoy se ha usado un accesorio de hierro conocido como picaporte, manija o manilla.
El picaporte está formado por una
palanca, en el interior de la puerta, que está fijada por un clavo, ésta se levanta,
accionando una pletina de hierro situada en el exterior de la puerta y que penetra
a través de ella levantando la palanca,
que a su vez está metida en una grapa que la delimita. Cuando la pletina de
hierro se presiona desde el exterior, la palanca situada en el interior, deja
de reposar sobre una pieza en forma de nariz y abre la puerta. Cuando dejamos
de presionar la pletina desde el exterior y a la vez tiramos del “tirador del
picaporte” hacia la otra hoja de la puerta o hacia el marco de la puerta si se
trata de una sola hoja, la palanca vuelve a caer sobre su nariz y la puerta
queda cerrada.
Lo más vistoso del picaporte se
encuentra en la parte exterior de la puerta y está formado por la pletina con cabeza plana, por el tirador del picaporte que ayuda a tirar o empujar la puerta para
cerrarla o abrirla y por el escudo de
picaporte accesorio complementario de adorno.
La pletina o espiga está formada por una placa de hierro forjado que en uno de sus extremos tiene forma de cabeza plana para apoyar el dedo pulgar y levanta la palanca situada en el interior sobre la pieza en forma de nariz.
La pletina o espiga está formada por una placa de hierro forjado que en uno de sus extremos tiene forma de cabeza plana para apoyar el dedo pulgar y levanta la palanca situada en el interior sobre la pieza en forma de nariz.
El tirador del picaporte es una pieza de
hierro forjado en forma de asa con la que se consigue empujar o tirar de la
puerta. Hay asas de diferentes modelos: liso, con cordón en el centro, cortado
en espiga, acordonado completo o sólo en los extremos.

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